-¡Au, au, au!, me duele esta mano -me sujeté la mano izquierda.
-A ver, hm… no parece nada -el chico apretó un poco.
-¡Aaah!, ¡¿pero estas tonto?!, ¡que duele!
-Lo siento, sólo quería saber dónde te dolía, ¿eres así de borde con todo el mundo?
-No, sólo con la gente que me empuja cuando voy tranquila con mi música por la calle.
-Ya me disculpé, además si hubieras mirado al frente te hubieras apartado, patosa.
-Encima. Me arrollas y yo tengo la culpa, ¿no te fastidia?
-Mira me tengo que ir, te volvería a pedir disculpas, pero no las mereces, bonita. Y yo de ti me ponía hielo o al menos una venda.
-Que agudo eres, adiós -contesté seca. Se fue y se metió en un taxi.
Yo alucino con la gente. Marqué el teléfono de casa.
-Mamá, escucha, voy a pasar un momento por el médico.
-¿Qué te has hecho?
-No, que me he caído y me he hecho daño en la mano izquierda, no será nada pero en un momento me revisan y vuelvo a casa.
-Bueno vale, coges el metro luego, ¿no?
-Sí, adiós mami.
Colgué y me fui al médico, menos mal que llevaba el DNI en la mochila, me pasaron rápidamente, me dijeron que no era nada, pero que me iban a vendar y que debía que estar una semana así.
Venga, para una vez que quedo con Mark, que asco, como vuelva a pillar al imbécil ese se entera.
Llegué a casa y deje mis cosas en mi cuarto, me puse a hacer los deberes y estuve leyendo un rato, merendé un sándwich y a las 6 y media me fui a duchar, como no con la típica bolsa para no mojarme. Me volví loca para saber que ponerme, al final, me decidí por unos pantalones rojos, con una camiseta y unas zapatillas negras. Me dejé el pelo suelto y preparé el bolso, estaba de los nervios y aun eran las 7 y media, decidí bajar ya a la estación y esperar a coger el que pasara a menos cuarto o así.
Cuando llegué, tuve que esperar un rato ya que Mark llegó casi a y 10, pero me compensó, estaba muy guapo, llevaba unos vaqueros distintos a los de por la mañana y una camiseta negra con letras blancas, una de esas camisetas de, Universidad ”de algún sitio”, creo que era Roma, y unas Vans verdes y negras.
-Hola.
-¿Qué tal? -pregunté.
-Bien, ¿Y eso?- señalando mi mano.
-Un accidente.
-Querrás decir otro accidente -sonrió.
-Eso es, otro accidente.
-Bueno, ¿a dónde podemos ir?.
-A McDonals, o a Starbucks, no sé donde quieras, ya dije que tú elegías.
-Venga, pues... ¿te parece si tomamos un café en Starbucks?.
-Genial.
Por el camino, empecé a romper el hielo, le pregunté sobre cómo llevaba el curso, sobre mascotas y demás cosas.
-¿Y haces alguna actividad extraescolar?
-Juego al basket y me gusta hacer skate.
-Como mola -me hace la sorprendida, era algo que ya sabía.
-¿Y tú que haces?
-Yo, eh... pues me gusta salir con mis mejores amigas, me gusta bastante el cine, pero no hago así nada extra escolar como tú.
-Hm, cine, ¿cuál es tu película preferida?
-Tengo muchas.
-Dime 3.
-Eh, pues, Dirty Dancing, Recuerdame, Toy Story…
-No tienen nada que ver.
-Lo sé, ¿y la tuya?.
-Hm, la saga de Saw y las de miedo.
Seguimos hablando, fuimos a Starbucks y cuando me di cuenta ya eran las 10 menos 10, y no era plan de llegar tarde a casa de Amy, por muy buena excusa que tuviera.
-Mark, yo ya me tengo que ir, es que hoy duermo en casa de una amiga, nos vemos el lunes en clase, y esto… si algún día te apetece, ya sabes, podríamos quedar de nuevo, esta vez prometo no tirarte nada por encima.
-Bueno, lo tendré en cuenta, hoy me lo he pasado bien.
-Eso está bien, yo también lo pasé bien.
Bajé a la estación más cercana con Mark y él cogió la dirección contraria. Llegué a casa de Amy, y escuché otro grito de ella desde fuera.
-Enserio, deberías mirarte eso, no es normal los decibelios que tienen tus gritos -me reí de ella mientras entraba.
-Mira, mira, ¡miiiiiiira!.
-¿Qué?
-Nada, que su querido Louis está en la tele –dijo Lara.
-¿Qué Louis?, ah, el niño ese, al menos tienes buen gusto.
-Pero tía, ¿nunca los has visto con los otros cuatro? -preguntó Amy.
-Tú me dijiste que el chico ese tenía un grupo, pero que yo me haya interesado es otra cosa.
-Mira, mira, puedo poner los videos en la televisión, espera.
-Jo, Jane, estas desconectada del mundo, han salido muchas veces en la tele, en el concurso ese de música -añadió Katy.
-Claro como soy una amante de esas cosas -me defendí.
-Pues no están mal, a mí me gusta el tal Harry -decía Lara.
-Otra -suspiré. Me fui a la habitación de Amy a dejar mis cosas.- Oye, me toca dormir en la cama contigo, que con el lío de la cita olvidé mis cosas, ¿vale?
Lógicamente Amy no me escuchó para nada, había puesto la música a todo volumen en la tele.
-Corre Jane, que a Amy le está dando algo, nosotras nos hemos tragado quince veces el vídeo, te toca a ti.
En el pasillo escuché algo. “When you walk through the door, don´t need make up, to cover…”
-No lo pares Amy que salía Harry después -se quejó Lara
-Vale, no necesito maquilla-a-aje -dije riéndome.- Venga dale al play de nuevo.
“... up, being the way that you´re is enough”
Miré a la pantalla extrañada.
-Dame el mando -le dije a Amy.
-¿Para?
-¡Dame el estúpido mando! -puse el vídeo desde el principio. Sera verdad.- ¡Pero que ése es….!
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