MIERCOLES, 16 DE NOVIEMBRE.
(Lara ^___^)
Esa tarde había quedado con Harry para ir a su casa,
habíamos visto casi todas sus pelis y Louis ya casi se había cansado de
saludarme.
-Hola parejita.- Sonrió Louis ya en su casa.
-Hola.- Me acerqué y le abracé con ganas.
-¿Pero que confianzas son esas señorita?.- Dijo Harry.
-Porque cuando se canse de mi no podré abrazarle.- Solté.
-Hoy en el cine echan una buena peli.- Informó Louis.- si
aun así decidís lanzaros a la aventura, con un poco de camuflaje será
suficiente.
-No cuando se trata de Harry Styles.- Le respondí.
-Depende de cuan de acuerdo esté.- Dijo Harry.
-Venga hombre, pues vamos.- Le empujé al pasillo.
-No hagáis nada malo.- Se asomó Harry antes de irse a su
cuarto.
-Tranquilo.- sonrió Louis.- no le forzaré.
Se me crispó un poco la cara, creí que no lo sabía. Harry ya
se había ido así que agaché la cabeza para tranquilizarme. No, es imposible que
lo sepa, no lo saben ni las chicas. Louis me miró confundido y se me acercó.
-Lara.- me tocó el hombro.- ¿te pasa algo?.- me preguntó.
-Tranquilo, no es asma.- Dije cogiendo aire para
demostrarlo.
-¿Qué te pasa?.- se sentó a mi lado en el sofá.
-Yo no sabía que lo supieras.- se me escapó.
-¿Eh?, ¿qué es lo que no se?.- preguntó dándome un abrazo,
lo acepté e intenté cambiar de tema.
-Me encantan mis amigos. Aquí todo el mundo da abrazos.
-Sí bueno, no se, a mi me gusta dar abrazos.- sonrió.- no me
cambies de tema.- se quejó.
-A Amy al principio, bueno más bien antes, no le gustaban,
pero un día le dio por dar un abrazo a cualquiera, ella dice que los da porque
está feliz, así que el día que no te de un abrazo sin venir a cuento, tiembla,
que algo le pasa.- Louis me miraba un poco alucinado.
-Wooow, como cambias de tema.- sonreí y justo vino Harry.
-Venga vámonos.- Me dijo un chico con todo el pelo hacia
atrás y unas gafas enormes, iba vestido con un traje negro y un chaquetón
negro, sonrió.
-¿De qué vas?.- Pregunté ya a su lado cogiéndole de las
solapas y besándole. Él solo dejó sus manos en los bolsillos. Flash.- ¡EH TU!.-
Louis nos había echado una foto.
-Esta va para twitter, es muy graciosa.- Se defendió.-
además nadie reconocerá así a Harry, de hecho parece un guardaespaldas.
-Sólo tengo que mantenerme serio.- dijo Harry, su voz había
cambiado para sonar más madura de lo habitual.
Le cogí de la mano y me despedí de Louis. Eramos una pareja
un tanto rara, él iba lo más recto posible e intentaba hablar lo mínimo. Yo en
cambio no le soltaba la mano y de vez en cuando le hablaba de casi todo.
Pasamos por al lado de una chica que llevaba una sudadera, I love Harry Styles,
pero pasó de largo. Sonreí y le dije a Harry el buen trabajo que había hecho.
Después de pasear un poco, por fin llegamos al cine.
(Harry ^___^)
Increíble, vi a varias fans mias por la calle y no me
reconocieron. Lara apenas se enteraba, iba contándome su vida. Desde el
cumpleaños fatídico de Jane, le pedí que siempre que estubieramos juntos me
hablara de su vida. Así que ella lo hacía pero tranquilamente y de vez en
cuando, sólo si lo recordaba. Si se le olvidaba, otro día pedía disculpas.
Llegamos al cine y yo me quedé esperando a que eligiera
película.
-Harold.- Me sorprendio que me llamara así.- ¿Cuál es la
película que nos han recomendado?.- Preguntó Lara. Me quedé un rato mirándole,
simplemente llevaba unas converse rojas, unas mallas ajustadas moradas, en casa
había visto que llevaba un jersey ancho rojo y que se le veía una básica negra,
como el chaquetón que llevaba ahora puesto.- Harold.- Me volvió a llamar y fui
con ella.
-Mmm.- pensé.- creo que esa.- señalé a una película que
estaba repetida en otro cartel. Se giró y se fue a pedir las entradas.
(Lara ^___^)
En el mostrador había un joven, sería de la edad de Amy si
no un poco mayor.
-Hola, dos entradas para la sala 5.- Dije sonriente.
-También esta en la sala VIP.- Me informó mirando a Harry
que estaba a dos pasos de mí y de espaldas.
-No gracias, prefiero normal.- No llevaba mucho dinero.
-Entiendo. Pasar desapercibidos.- Lo que se estaría
imaginando.
-Claro.- sonreí siguiendole el juego.
-¿Las quieres juntas o separadas?.- Preguntó.
-Juntas.- Respondió Harry dándose la vuelta.- Y rápido.- el
chico se me quedó mirando sin saber que hacer.
-Él manda.- Respondí dejándole aun más perplejo. El chico se
dio toda la prisa que pudo y al fin nos dio las entradas.
-Toma.- saqué mi dinero.
-Señorita, por favor.- Dijo Harry y quitó mi dinero para
poner solamente el suyo. El chico lo cogió con miedo, Harry cogió las entradas
y el cambio.
-Pues yo invito a las palomitas.- Dije riéndome por lo bajo.
(Harry ^___^)
Lara estaba pidiendo ya las palomitas, me giré y el chico de
las entradas todavía me miraba con algo de miedo. Sonreí, me gustó esa
sensación.
-Harold.- Me llamó Lara sacándome de mis pensamientos.- ¿Qué
quieres para beber?, yo invito.- me fulminó con la mirada.
-Lo que quieras señorita.- La mujer que estaba atendiendo
nos miró un poco extrañada pero después cuando yo me acerqué para coger mi
refresco y las palomitas sonrió con naturalidad.
Entramos a la película y nos sentamos donde decían las
entradas. Yo me quité el chaquetón y la chaqueta, me quedé con un simple
chaleco, pero todavía llevaba las gafas, la luz estaba encendida y había unas
cuantas personas más. Lara se quitó el chaquetón y se apoyó en mi hombro.
-Me gusta como te queda esa ropa.- Me dijo poniendo una mano
en mi estomago.
Me cogí el chaleco y la camisa.
-¿Esto?.- pregunté, ella asintió.- pues no se, el chaleco
creo que es la primera vez que me lo pongo.- sonreí.
-Deberías de ponértelo más.- Me puso las manos en el cuello
y me atrajo a ella para besarme durante casi todo el rato que estuvo la luz
encendida. No estuvimos besándonos a secas, era una especie de juego para ver
quien podía resistirse más a un beso.
La película era de miedo, yo creí que se agarraría a mi sin
más, pero todo lo contrario, estaba hasta divirtiéndose. Yo miraba la peli y de
vez en cuando me asustaba un poco. Una vez ella me pilló.
-Es normal que te asustes, da miedo.- Dijo sonriente.
-Entonces tu no eres muy normal, te gusta y disfrutas.
-Lo se, soy rara.- Dijo y me besó rápido.
-Pero no pares.- Sonreí.
-¡Ai!, quiero ver la peli.- Puso voz de niña pequeña y me
besó otra vez.
Terminó la película y salimos de la mano, otra vez me tocaba
hacerme el serio y disimular. Pasamos por un parque.
-Vamos a sentarnos.- dijo Lara arrastrándome al parque.-
después damos una vuelta.- nos sentamos en un banco.
-Ya se que te suena raro, pero todas las veces que he ido a
tu casa no había nadie.
-Sí.- Dijo Lara tranquila jugando con mi mano.
-Se que soy brusco y viendo la epidemia de buena suerte.-
Dije ironizando.- ¿quépasacontuspadres?.- pregunté lo más rápido posible, me había
hablado de ellos en el cumpleaños de Jane.
-No están muertos, tranquilo. Ellos viven en mi pueblo
natal.
-¿Tu pueblo natal?
-Si hombre, donde nací.- Sonrió.
-Pues dicen que las chicas de pueblo son las más lanzadas.
-Sí bueno, eso dicen.- Agachó un poco la cabeza.
-¿He dicho algo malo?
-No, es que me mudé aquí a Londres.
-¿Y tus padres?.- Recordé la conversación que tuvimos en
casa de Jane, la que me hizo darme cuenta de que sabía poco de ella.
-Mis padres tienen bastante dinero, por eso mi hermano estudió
marketing, le gusta bastante el mundo del dinero, a mi no, me gusta más la
aventura.
-Supongo que todo esto lo saben las chicas.
-Por supuesto. Además vivo con mi hermano, decidí irme con
él al poco de que se viniera a la ciudad y cursar aquí el instituto.
-¿Echas de menos a tus padres?
-No, cada cierto tiempo mi hermano y yo vamos a visitarlos.
-Anda, pues todo eso no lo sabía.
Ella miró el reloj y se levantó, me llevó con ella. A mitad
de camino me di cuenta de que me llevaba a su casa, era un apartamento pero
ahora me daba cuenta de que era simple, elegante y me fijé en varias cosas que
al principio pasé por encima. También era ostentoso, con obras de arte
modernas. Nos quedamos en el salón, me quité el chaquetón y la chaqueta, ella
se quitó el chaquetón negro, channel, ponía en la etiqueta. Esta chica tenía
dinero, pero lo disimulaba. Al poco de estar hablando en la cocina, era una de
esas americanas con espacio para tres personas a lo sumo, sonó la puerta
cerrándose.
-¡Lara!.- llamó un hombre, salimos de la cocina, aquel
hombre iba con un traje de esos un poco ajustados y la camisa con dos botones
abiertos. Lara corrió a él y se le encaramó.
-John, que sea la última vez que no te veo en tres días.-
Dijo abrazandole. John era alto, seguramente un poco más que Liam y rubio con
los mismos ojos que Lara. Llevaba una especie de carpeta enorme bajo el brazo y
la dejó en la entrada al lado del perchero con nuestras cosas.
-Pequeña ya te dije que me verias poco, viajo bastante
aunque solo por Inglaterra.
-John tengo que presentarte a alguien.- Dijo bajándose.
-Ya veo, no soy ciego.- Se quitó la chaqueta y se la dejó en
el brazo derecho y me tendió la mano izquierda.- Hola soy John, el hermano
mayor de Lara, supongo que tendría que decirte algo amenazante, pero llevo 3
días fuera de casa y lo único que quiero es una buena ducha caliente.- Lara
salió corriendo con una sonrisa en la boca.- A ver si tu la convences para que
se deje el pelo largo.- me sonrió.
-Ella es muy…- no sabía que decirle.-… digamos que le gusta
ir a su gusto y eso me encanta.- Sonreí intentando ser simpático.
-¿Te quedas a cenar?.- Preguntó, se oyó el agua cayendo.
-No se, solo habíamos salido a ver una película.
-Pues quédate y adivinaras las dotes culinarias de mi
hermanita.- Dejó su chaqueta en el salón y se fue a su cuarto, Lara salió de el
y cerró la puerta detrás suyo.
-¿Te quedas a cenar?.- Dijo ilusionada, yo asentí y ella dio
un gritito y se fue a la cocina saltando.
-Espera.- dije tras ella.
VIERNES, 18 DE NOVIEMBRE.
(Jane ^____^)
Me levanté un poco confundida, miré mi reloj, las 6, pues
nada. Me metí a ducharme mientras pensaba como decirle a mi hermano pequeño la
decisión que anoche tomé. Esperaba que estuviera de mi parte. Recordé como un
abogado vino el otro día a casa.
…FLASHBACK…
-Hola soy Williams, de Bill&Will, un bufete de abogados
que los señores Walter tenían contratado.
-Sí, por favor pasa.- Dijo mi abuela.- tome asiento.- dijo
llevándole al salón. Yo me senté también, mi abuelo se sentó a mi lado y mi
hermano en el regazo de mi abuela.
-Bueno, ya se que ahora están condolidos, mi más sentido
pésame, les conocí eran una pareja previsora.
-Por favor, siga.- Dijo mi abuelo.
-Ellos dejaron una buena herencia… A sus padres, les tocó
hace dos años la lotería.
-¡¿Qué?!, no me lo habían dicho.- dije desesperada, mis
padres, pero si siguieron trabajando.- ¿Está usted seguro?
-Sí, lo invirtieron todo.- Prosiguió.- los herederos eran
vuestros abuelos hasta vuestra mayoría de edad.- sacó unos papeles del
maletín.- Aquí tienen el contrato de inversión y el banco contratado.- Miré los
papeles, ¿cuántos cetros habría?, dios.
-Entonces, ¿yo soy la heredera?
-Hasta que se hermano cumpla la mayoría, entonces él también
será heredero.
-Ya se que lo más probable es que no, pero, ¿hay algo más?.-
Preguntó mi abuelo mirándome.
-Sí, a raíz del premio contrataron un buen seguro. Si ellos
morían automáticamente gran parte de sus deudas quedaban pagadas, la casa, el
entierro y otros que no me son posibles informarles ya que ellos en vida habían
pagado.
-¿Entonces cual queda sin pagar?.- Pregunté incrédula.
-El coche, solo el coche.- Dijo el abogado.
-¿Qué coche?, el nuestro, bueno el que tenemos tiene más de
5 años y el añopasado lo terminaron de pagar.- Dijo mi abuelo.
-Este coche.- Sacó una foto, era un escarabajo rojo citroën.
-Pero si eso...- Dijo mi abuela casi llorando.
-Ese iba a ser tu regalo.- Dijo mi abuelo, se levantó y
rebuscó algo en un cajón.- Junto a esto.- dejó una inscripción de autoescuela
rellena y aceptada en la mesa.
Se me saltaron las lágrimas y empecé a llorar.
…FIN DEL
FLASHBACK…
Uff. Pensé.
Menuda sorpresa. Ya secándome el pelo, terminé y me bajé a desayunar.
David estaba allí.
-Hola pequeño.- Dije revolviéndole el pelo.
-Ya soy mayor, no hagas eso que me avergüenzas.- Se quejó.
-Claro pequeño.- Respondí.
-¡Jane!.- se volvió a quejar.
-Vale.- me acerqué.- este fin de semana los abuelos se van y
a mi me gustaría saber si tu te quedaras aquí conmigo a vivir.
-No sé, si me quedo contigo tendré que cuidar de ti y tu eres
muy follonera.- Se hizo el mayor.
-Tu elijes señorito, ya eres mayor.- Respondí haciéndome la
leche, mi abuela antes de irse al mercado había hecho el desayuno y mi abuelo
llevaba días preparándolo todo con el abogado para que yo tuviera acceso a las
cuentas y demás con sólo una visita a él.- Cuando ellos se vayan sólo nos
quedaremos nosotros con la casa.- Intenté sonreír.
-¿Vendrá ese chico a dormir?.- Preguntó.
-Sólo cuando tu quieras.- Aunque deseaba que se quedara
siempre.
-Ese chico te hace bien, así que por mí que venga todos los
días. Oh, y Amy, tu te quedas con él y yo con ella.
-Entonces trato hecho.- sonreí.- ¿porqué Amy?.- pregunté con
malicia, se puso un poco rojo.
-Es la única de tus amigas que me hace caso y juega conmigo.
-Claaaaro.- Dije.- propongo que hagamos lo que queramos con
la casa.
-¿Qué?,pero y la habitación de mamá y papá, ¿qué?.-
preguntó.
-Lo que queramos, esperaba dejarla intacta hasta que
volvamos a decidir, pero cambiar tu habitación a la mía y la mía a la de
invitados.
-¿Dónde se quedaran los invitados entonces?.- Preguntó.
-Pues había pensado en poner una cama de matrimonio en la
nueva habitación de invitados con un simple armario y un tocador pequeño el de
mi habitación y en la habitación del ordenador quitar el sofá y poner la cama
de mi habitación.
-¿Por qué quieres cambiar la casa?
-Para que estemos más cómodos.- mentí, mi habitación estaba
pegada a la habitación de mis padres y la habitación de invitados además de
estar más lejos tenía baño propio, aunque sin habilitar por eso siempre estaba
cerrado.
-Me lo pensaré.- Se levantó y se fue a dejar las cosas en el
lavavajillas, se fue para su cuarto. Me puse a desayunar tranquilamente, sonó
el timbre cuando ya había terminado de desayunar.
-¡Voy!.- Dije chillando mientras bajaba las escaleras. Abrí
y era Liam con una especie de mochila en el hombro.
-Hola preciosa.- Me dijo sonriendo, me besó suavemente.
-Con que era verdad que te ibas a cortar el pelo.- Dije
acariciando su pelo rizado.
-Sí, nunca te miento.- me sonrió mientras me perdía en esos
ojos marrones.- ¿No te gusta?
-Estas guapísimo.- Dije besándole la mejilla.
-Entonces bien, a lo que iba… ¿Tienes algún examén hoy?
-Victoria tendría que haberte dicho que no.- Se quedó
perplejo.- ¡AJÁ!. Así que Victoria lo sabía, se enterará el lunes.
-No, espera… Victoria, no sabe nada.- se apresuró a decir.-
creo.
-Pillado.- dije riendo.- tranquilo no se nada de nada.-
Sonrió y me besó.
-Ahora sólo falta el transporte.- Dijo sacando el móvil.
-¿Tienes carnet?
-Sí, pero aun no me he decantado por ningún coche, aunque me
gustan varios.
Me fui a la entrada y rebusqué en el cuenco de las llaves,
la llave del sotano aquí, la del coche aquí, cogí ambas y me lo llevé abajo.
Entramos al sotano.
-Esta un poco oscuro.- Dijo Liam cogiendo mi mano.
-Ven, confía en mi.- Dije abriendo la puerta de la cochera,
entró la luz y donde en mi cumpleaños cantaron estaba el coche.
-Valla, que mono.- Dijo Liam, le enseñé las llaves y abrí.
-Fue mi último regalo, me lo dejaron ellos.- Empecé a llorar
no tenía ni pizca de ganas de hacerme la dura. Me rodeó con los brazos y me
apretó contra él. Se lo agradecí y al recuperarme le tendí las llaves.- Quiero
que hoy lo utilicemos.- sonreí.- quiero utilizarlo yo pero todavía no tengo el
carnet.
-Por eso te habías apuntado a la autoescuela, y yo que creía
que se te estaba empezando a ir la pinza.- Sonreí ante el echo de que no se me
hubiera ido ya
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