(Jane ^____^)
Me agarró para hacer la foto. Mi corazón empezó a latir cada
vez más y más fuerte. Me cogía exactamente igual que aquella noche, igual.
-Cállate, estas roto y eres estúpido.- susurré mirando mi
pecho y deseando que los latidos disminuyeran.
Alcé la cara y sonreí. Me fui a mirar la foto, había quedado
preciosa y parecía tomada en algún parque o algo por el estilo.
-Es bonita.- dije pasando los dedos por el cristal.
-Ya sois dos.- me arrebató la cámara de las manos. Me quedé
sin reaccionar, entonces me había llamado bonita. Mi corazón seguía sin hacerme
ni puto caso así que desistí.
Me subí a mi cuarto, más historia y más matemáticas, un
comentario de texto para lengua.
-¡Aburrimiento!- grité.
Volví a empezar con historia.
“Bep”, otro mensaje.
“Jane, ¿vamos a estar así siempre?”
“¿Porque no me dejas en paz?, ¡para ya!”
“Me da igual lo que me cueste, te quiero Jane, ¿es que no lo ves?”
-Idiota, más que idiota.
Agarré un cojín y me tiré en mi cama. Me costaba coger aire
ya que apenas podía para de llorar. Estuve unos quince minutos así, no quería ver
el siguiente mensaje que había llegado. Me levanté y me fui a buscar a Liam.
-Dile que pare.- dije apartándome el agua de las mejillas
con las mangas de la sudadera.
-¡Eh!, ¿qué pasa ahora?.- se levantó y cogió mi mano para
atraerme a él, le di el móvil.
-Que quiero que pare.-él paso una mano por mi pelo
abrazándome, con la otra sostenía el móvil.
(Liam ^______^)
Ese idiota le acababa de mandar un mensaje.
“Nos vemos el miércoles, no me cansaré de pedirte disculpas”
-Vale, estoy aquí, tranquila.- le apreté muy fuerte, me lo
agradeció. Dejé que se desahogara.-Pero le voy a decir que pare de verdad.
Busqué el teléfono desde el móvil de Jane y le llamé
-Jane menos mal. Déjame explicártelo todo, no seas así.
Perdóname, un desliz lo tiene cualquiera. ¡Jane vamos…!, te quiero y creí que
yo te gustaba o al menos eso parecía el lunes. -no podía creer lo que oía.-¿Jane estas ahí?
Jane se soltó y se sentó en el suelo.
-Lo primero no, no quiere que le expliques nada, lo segundo,
¿qué no seas así?, no seas tu así de gilipollas y de pesado o no haber sido tan
cerdo, por último tú no la quieres. Deja ya los mensajes porque puedo
encargarme personalmente de partirte la cara. Y sí, soy el de la purpurina y
también el que sabe cuidar de ella mejor que tú. Louis te hubiera
metido una zanahoria por el culo yo te lo hubiera pateado.-me estaba empezando a alterar y a doler la cabeza
igual que antes.- Así que Mark o como coño te llames, olvida este número de
una vez.
Colgué y me tiré al suelo, Jane se me acercó.
-¿Estás bien?, ¿estás peor?, ¿qué pasa?- me volvió a tocar
la frente.
-Sólo mareado.
-No te sienta bien alterarte.
-No, nada bien.
-Pero me ha gustado eso que has dicho.
Fuimos a su cuarto y me eché en su cama.
-Quiero que te quedes toda la tarde aquí, mañana me gustaría
hacer algo ya que es mi cumpleaños de verdad y quiero a Liam al 100 por 100,
¿vale?
-Vale, pero quédate aquí.
-Entonces sé que no te vas a dormir.
-No soy un niño pequeño pero podría serlo. ¿Me cuentas un
cuento?- le pedí con cara de pena.
-Será verdad, mírate esa fiebre que te está afectando. ¿Seguro
que no te ha subido?
-¡Seguro!- grité enérgico.
-Tú mismo.
Jane se acercó a su estantería, agarró un libro. Tengo ganas
de ti.
-¿Es el que leías esta mañana?
-Sí, lo tenía en la mesilla porque más de una vez me he
quedado a dormir allí. Y ya que no me podía levantar porque tenía al otro
quinto de One direction agarrado a mí, ¿qué otra cosa podía hacer?
-Si te molestaba haberme dado unos gritos.
-Bien, pues por eso no te he metido unos gritos.
Me reí, ella se sentó en su silla y elevó las piernas para
acomodarse. Empezó a leer.
-¡Pero en voz alta, ojos negros!
(Jane ^____^)
Me acomodé como pude en mi silla, no iba a leerle de verdad,
tenía que dormir y yo no me iba a poner a molestarle.
-¡Pero en voz alta, ojos negros!
-¿Ojos negros?, nunca me habían llamado por el color de mis
ojos, son tan comunes.
-¿Eso crees?
-Sí y no gastes más fuerzas. ¡Duerme!
-Sólo hablo, no me dará un patatús por ello.
-Si leo en voz alta, ¿te dormirás?
-Prometido.
Comencé a leer por la parte en la que me había quedado, al
cuarto de hora más o menos cerró los ojos así que paré.
-Que tenga los ojos cerrados no significa que duerma.- me
soltó.
-Será posible.
-Sigue, quiero oírte.
Seguí leyendo un rato más, él volvió a cerrar los ojos pero
esta vez no me detuve por si acaso me volvia recriminar. Sonó el timbre, definitivamente
Liam estaba dormido ya que ni se inmutó.
DOMINGO POR LA NOCHE
-¡VAAAA!- grité.
Abrí la puerta.
-¿Qué haces aquí?
-Básicamente verte a ti.- dijo él.
-Pues ya me tienes más que vista, adiós.- intenté cerrar y
el puso el pie para impedirlo la puerta.
-¿Está ahí dentro, no?
-No Mark, estoy sola, y ¿qué más da?, no quiero saber nada de
ti. ¿Podemos hacer esto como personas adultas?
-Pero es que fue un simple beso, esa tía ni me gustaba.
Me agarró y me acercó a él.
-Mark venga, suéltame, me da igual lo que fuera, pasó y yo no
quiero darte otra oportunidad, lo siento.- me solté.
-Mira pues mejor, ¿sabes para lo que vales?, para un polvo y
además cutre.
-¿Por qué dices esas cosas?, no tienes porque seguir
haciéndome daño, puedes parar que es gratis.
Sonrió con malicia. Entre cerré la puerta todo lo que pude
ya que había vuelto a poner el pie.
-Además no me comas la cabeza, no hice nada malo, bueno sí
acostarme con un gilipollas.
-Sí y además a la segunda vez que lo intenté, te felicito Jane.- dijo con sarcasmo.
Justo cuando iba a cerrar Liam estaba poniendo la mano en la
puerta, la abrió de par en par.
-Menos mal que no estaba.- dijo Mark bajando las escaleras y
abriendo la puerta de fuera.
-Sí, sí que estoy, y ¿sabes?, sus polvos que es como tú los
llamas, no son cutres. Quizá el que fallaste fuiste tú.
Cuando Mark se giró para ir a por Liam, este me elevó la
barbilla y se las apañó para besarme ligeramente en los labios, fue cálido. Se giró en dirección a Mark y le
soltó un tortazo, me echó hacia atrás y me metió un casa, él se quedó fuera.
(Liam ^____^)
Vi como el idiota de Mark se había quedado chafado por lo
que le acababa de decir, así que cuando observé que se giraba, rematé. Elevé su
rostro, al principio se paralizó, luego pareció cómoda ya que jugo con
mis labios. Me dolía el labio a causa del incidente del viernes, pero lo soporté
perfectamente. Vi qué el chaval venía, la eché hacia atrás no sin antes haberle
cruzado la cara a él.
-¿Qué pasa?, eres muy machote cuando están tus amigos. ¿no?, cuándo
les llamarás para que salgan.- me vaciló.
-Difícil ya que no están aquí, no los veo desde él viernes,
¡anda!, justo el tiempo que llevo metido en esta casa.- me volvió a dar y además
en el mismo sitio que el día de la fiesta.- No me gusta fomentar la violencia
así que, adiós.- me dirigí a la puerta y le hice señas para que se fuera.
-Nos veremos las caras, majo. -le empujé.
-Cuando gustes.-volví dentro.- No creo que te moleste más a ti, ya me la tiene guardada,
¡auuuu!.- me llevé la mano a la boca, me volvía a salir sangre del labio, esta
vez menos. Ella estaba sentada en las escaleras, no me miraba y llegué a creer
que tampoco me escuchaba.- ¡Jane!, ¿me escuchas?, lo siento si te ha molestado, sólo
era por cerrarle la boca, ¡reacciona!, como sea pero hazlo.
-Tienes sangre en el labio.- me respondió sin ninguna emoción..
-Lo sé.
-Ven anda.
Me levó al baño y con una gasa húmeda, con no sé que producto, me lo empezó a curar.
-¡Au!
-Quejica.- me sonrió así que me seguí quejando.- Quizá poniéndote un poco de hielo baje esa inflamación.
Salió corriendo y me trajo una bolsa de plástico con un
hielo dentro.
-Chico, vaya día llevas.
-Me trae peligro estar contigo.
-No si ya lo veo. Aunque no me quedo atrás, siempre termino
cayéndome al suelo.
-Cierto, porque eres patosa.
-Y tú un tonto por pelearte, ¿qué tal ese labio?
-Podría estar mejor.- contesté.
Le agarré para subirla a la encimera del baño, tiré
la bolsa al lavabo, cogí su cintura mientras ella me miraba nerviosa.
-Dijiste que me ponía nerviosa cuando me agarrabas y no te
equivocabas.
-También te dije que estoy junto a ti y que no tengas miedo.
-¿Sabes que ha sido el segundo?.- preguntó.
-¿El segundo qué?
-Beso, me caí la noche de las chucherías sobre ti,
¿recuerdas?
-Ha sido el tercero, pero no te preocupes, no creo que
tengamos que contarlos más.
No me hizo falta acercarme más ya que fue ella la que quiso
abrazarme. La hubiera besado de nuevo, seguro, pero sólo me quería abrazar, pude escuchar sus respiraciones, rápidas pero casi insonoras.
(Jane ^______^)
Tenía muchísimas ganas de agradecérselo todo. No sabía lo
que acababa de hacer. Eh, ¿tercero?…¿Iba a estar siempre para salvarme?,
lo del coche, lo de la fiesta, ahora esto. Liam eres demasiado especial.
-Me… me encantaría poder decir, te quiero, en este momento,
pero no puedo.
-No lo hagas- me respondió agarrando mi barbilla y elevando
mi cara- me basta con que ya estés tranquila.
-Tenlo seguro, ¿te apetece cenar o nos quedamos en el baño
toda la noche?
-Me es más agradable lo segundo, pero también necesito cenar
algo.
Me dio un beso en la mejilla y me ayudó a bajar.
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