(Jane ^___^)
Se quedó con una sonrisa mientras yo entraba a la casita
pequeña.
-Hola monada -¿Monada?, frente a mí había un chico un poco
más mayor que Louis, un par de años, era rubio y de ojos castaños, no me agradó
nada desde el principio, pero en fin. Le dí la tarjeta. Observé por la ventana
como Liam se volteaba mientras de la casa en la que nos íbamos a quedar salían
5 chicas.-¿Has venido con el vampiro?, pues… si te aburres aquí te espera el
lobo.- Dijo giñándome el ojo y señalándose.
-Gracias, pero estoy servida, ¿me das mis llaves?.- dije
pasota.
-Claro monada, todas tuyas.- ¡Pesado!, por dios.
-¡Vamos Edward!.- grité acercándome a él con voz de niña
loca. Me sonrió vilmente y cuando pensé que ya no me iba hacer nada porque
cambió la expresión corrió para pillarme y quitarme las llaves.
-Aun no, son las 10 menos cuarto, no estará preparada
todavía.
-¿Preparada?
-Sí, ¿cómo crees que habran dejado la habitación esas 5?
-Echa un caos.
-Pues eso.
-¿Y qué hacemos mientras?
-Vamos a dar un paseo, por ahí hay un camino y creo que al
final una tienda en plan autostop y esas cosas.
-Ok.- agarré su brazo y me apoyé en su hombro mientras
andábamos hacia el caminito.
La tienda era básicamente de alimentación, revistas y esas
cosas de entretenimiento. Vi el DVD, hincame el diente, nos pusimos a reir,
anda que no la habíamos visto ya veces.
-¿Quieres algo?
-No he traido demasiado dinero y antes de que se te ocurra
decir una palabra, pienso pagar la mitad de la estancia, te lo daré cuando
llegemos a casa por mucho que intentes otra cosa. ¿Lo entiendes verdad?.- me
arrimé mucho a él y le besé con dulzura.- Sí, sí que me entiendes.
-No pienso discutir contigo.- dijo asustado.
-Así me gusta.
Dimos una vuelta por toda la tienda, estaba desierta, bueno
había algunas personas de paso que estaban en carabanas de fuera o haciendo
paradas. Vi que una chica de unos 14 años más o menos miraba mucho a Liam. Ella
estaba con un niño pequeño en brazos y una mujer en chándal y el pelo recogido.
El niño intentaba soltarse.
-Jane, calla a tu hermano.- Que mona, se llama como yo.
-Mamá, pues cogelo tu.
La chica bajó al pequeño y agarró su mano, no parecía saber
andar bien aun. Volvió a mirar a Liam, se puso algo roja. Le di un codazo a
Liam.
-Es una fan.- dije poniéndome de espaldas a la chica, Liam
le miró y me asintió, nos acercamos.
-¿Eres Liam vedrad?.- Liam se quitó las gafas de sol
sonriendo.
-Sí, hola.- Sonrió de nuevo.
-¿Qué haces por aquí?.- Preguntó nerviosa, su madre pasaba
del tema. Yo me tensé, al fin y al cabo una fan nos había visto juntos.
-De excursión con unos amigos.- Respiré aliviada al
escucharle a él.
La chica rió y buscó por sus bolsillos sacando un móvil.
-¿Te importaría…?.- Me tendió la cámara.
-Para nada preciosa.- Le contesté conectando la cámara del
móvil.
-Gracias, ¿cómo te llamas?
-Jane.
-Yo… también.- Le sonreí mientras Liam le agarraba para la
foto.
-Adiós.- se despidió él.
Nos fuimos de nuevo a la casa, ya en la puerta Liam me quitó
el pañuelo azul que yo llevaba en el cuello y me tapó los ojos.
-Empieza a gustarme que hagas eso, siempre trae cosas buenas.-
Oí el sonido de la puerta, se olia a vainilla, olia genial, la puerta se cerró
y Liam me quitó la venda.
Las sabanas de la cama eran azul cielo, había 5 almohadas,
dos mesillas y un armario empotrado. Vi la gran puerta que supuse que daba al
baño, Liam cerró con llave, me metí en el cuarto de baño. Genial Liam, esto nos
costará un pastón. Ducha de hidromasaje y jacussi enorme. Me incliné y abrí el
grifo caliente, dos vueltas y luego el frío, una vuelta. El agua comenzó a caer
y eché unas gotitas de gel aromático y unas sales mienrales, eso en las pelis
se hacía, asíque, ¿porqué no?.
-¿Nos damos un baño?.- Le pregunté acercándome a él y
quitándole la chaqueta.
-¿Acaso tienes bañador?
-No, pero suelo usar ropa interior, ¿tu no?
-Vaya.- abrió los ojos.- esta bien.
(Liam ^___^)
Le vi quitándose los zapatos y los calcetines, cuando fue a
quitarse la sudadera como siempre, esta chica se anganchaba con todo.
-Ayud...
-Lo se, sabía que pasaría.- me acerqué a ella y le quité la
sudadera de espaldas.
-Tonto.- dijo flojito, se giró a mí. Debajo llevaba otra
camiseta de manga corta, negra y con estrellas grises. Se quedó mirándome a los
ojos y se mordió un poco el labio inferior, me encantaba que hiciera eso y
ella… lo sabía. Empezó a besarme el cuello lentamente y fue aun más despacio
hasta mi boca, pero ni me rozo, tuve que aprisionarla para que lo hicera.
-¿Te la quito yo o te la quitas tu?.- dije mientras paraba a
respirar.
-Tu.- dijo nerviosa.
-¿Seguro?.- me asintió. No estaba preparada para nada y lo
sabía, me limité a aceptar la proposición del baño y nada más. Le quité la
camiseta lentamente mientras se le erizaba la piel, la ropa interior era negra.
Ella hizo el amago de quitarme la sudadera pero le notaba temblar.- Jane,
para.- le frené abrazándole.
-Pero quiero que nos bañemos juntos.
-Vale, pero ve tu primero, relájate y me avisas.
-Vale.- se fue suspirando.
Dejé la sudadera, la camiseta interior blanca y los pantalones
en la cama. Empecé a tener frio, encendí la calefacción.
-¿Puedo pasar?.- dije tocando la puerta.
-Sí…- Se le trabó la voz al final de la palabra.
-¿Seguro?
-Sí.- Abrí la puerta. Seguí el camino de su ropa, la
camiseta que le había quitado se la había llevado antes y estaba cerca de la
puerta, luego los pantalones negros, cortos y de tela vaquera, después las
medias de un gris clarito. Ella estaba agarrada al borde y con todo el cuerpo
hundido bajo la espuma.- Tienes frío.- se rió de mí.
-Cierto, pero el agua esta caliente.- dije metiéndome poco a
poco.
(Jane ^___^)
Agarré mi camiseta y me metí al baño, la tiré nada más
cerrar la puerta y me miré al espejo.
-Venga Jane, no te hará nada, no es Mark, no hara nada que
tu no quieras, tranquila.- Respiré hondo.- Tranquila.
Me quité los pantalones dejándolos cerca del lavabo y las
medias al lado del jacussi. Que calentita estaba el agua. Me volví a poner
nerviosa.
-¡Qué te tranquilices!.- me di un golpe a mi misma en la
cabeza. Liam me sacó de mis pensamientos.
-¿Puedo pasar?.
-Sí…- No pude casi articular la afirmación.
-¿Seguro?.- Preguntó dudando.
-Sí.- Me hundí en el agua y saqué solo la cabeza agarrándome
al borde.- Tienes frío.- dije cuando llegó a mi altura.
-Cierto, pero el agua esta caliente.- se metió dentro y se
acercó a mi mientras yo me sentaba y agarraba sus manos.
Nos quedamos en silencio y se acercó mucho a mi agarrándome
desde más debajo de la cintura a la altura de las bragas. Crucé las piernas tras
su cintura. Se quedó mirándome a los ojos.
-Mira que me han gustado chicos… Incluso él los tiene
bonitos.- Dije refiriéndome al capullo de Mark.- Pero no es justo que me hagas
perderme en esos ojitos marrones.- Me besó en el labio superior, noté su sonrisa
y el roce de sus manos por mi espalda.
-Luego el romanticón soy yo.- se separó de mí marcando la
sonrisa tímida, mi favorita sin duda.
-Y lo eres, me has raptado hasta una casita en el campo.
-Te has dejado raptar.- suspiré mientras me decía eso al oído.
Entrelacé mis dedos por todo su pelo y me apoyé en su frente.
Cuando el agua empezó a ponerse fría decidimos salirnos. Yo
llevaba todo el pelo mojado y no había traido cepillo, demasiado rizado como
para apañármelas sin cepillo.
-Tengo un peine si te vale.- dijo abrazándome por los
hombros mientras estábamos frente al espejo.
-Me vale.- se secó el pelo con la toalla y se metió a la
habitación poniéndosela en la cintura. Como siga así terminaré violándole yo.
Pensé para mis adentros.
Él entró y me dio el peine, me peleé con mi pelo y lo
desenredé poco a poco, recordé que me había traido unos cullots, así que salí
del baño con otra toalla alrededor y rebusqué en la mochila, él estaba sentado
en la cama con el móvil, me volví a meter en el baño y me cambié. Enrollé la
ropa interio que me había quitado y la guarde en una bolsa de plástico. Salí de
nuevo, esta vez con un albornoz blanco.
-¿No tienes hambre?
-Ahora mismo no, la verdad es que no.
-¿Segura?.- se fue hasta la nevera.- ¿no tienes ganas de
nada?
-Sí.- me miró esperando a que dijera que comida prefería.-
Tengo ganas de ti.
(Liam ^____^)
Le sonreí encogiéndome de hombros y agarré algo de comida de
la nevera.
-¿Ganas de mí?, ¿Cuántas veces te has leído ya el libro?
-Muchas, y aunque no te asemejes en nada a Step, yo tengo
muchas ganas de ti.- se inconporó sentándose mientras yo me apoyaba en el
cabecero y abría un sándwich.- ¿Ves?, ahora tengo hambre.- se levantó y se fue
a la nevera.- ¿Solo 3 libras el sándwich?.- me encogí de hombros.- algo barato
para tanto lujo. Bueno.- cogió uno y un zumo de naranja.
-¿De qué es?
-Creo que de pollo, ¿el tuyo?
-Queso y jamón, prueba.- le dio un bocado y lo saboreó.
-Pues esta rico, ¿quieres zumo?
-No me apetece de naranja.
-Hay más, ¿te apetece una coca-cola?
-¿Hay fanta de limón?
-Creo que sí.- volvió a la nevera y me trajo una.
-Gracias.
Empezamos a hablar mientras comíamos. La conversación pasó a
cosas más privadas y ya no sabía si ella contestaría o no.
-Tranqui tio, pregunta lo que quieras.
-Tu misma… ¿por qué te decidiste a hacerlo con ese?.- se
tomó bien la pregunta.
-No se, surgió… aunque también fue porque yo me cabreé con
las chicas, y con Louis, más con Louis que con los demás. No pensé en el
momento y pasó.
-¿Pero cuanto llevabais saliendo?
-Desde tu intrusión en mi taxi. El 10 de octubre.
-Llevábais poco tiempo.
-Cierto, dos semanas. Repito… no lo pensé en el momento.
-Tu y yo…
-Llevamos más de dos semanas, pero no te hagas el fuerte,
sabes tan bien como yo que nos gustamos desde que me tiraste al suelo, ¿o no
pensaste en mi los días después?, porque yo no te sacaba de la cabeza, me daba
rabia y lo negaba. Pero no te sacaba de la cabeza.
-¿Y te acuerdas del día?
-La semana antes de los premios. 30 de septiembre, nunca
olvido una fecha.- me sorprendió.
-Valla, eres de las mías.
-¿Tu también lo recuerdas?
-Aha.- asentí.- me acuerdo del día de las chuches y tu
testarudez con el coche.
-¿Qué día?.- dijo retándome con los ojos entre cerrados.
-21… creo. Mmm… además te mande a Canadá si no me equivoco.
-Es el 21 así que este lunes…
-¿Me regalas un Lamborgini?.- dije ilusionado.
-Sí hombre.- dijo riéndose.- como mucho, ¡como mucho!, te
llevo al parque de atracciones a los coches de choque.
-Jo.- sollocé bromeando.- quería mi Lamborgini. Pues ahora…
quiero un beso.- me sonrió alzando la ceja.
-¿Y si te doy dos… me perdonas el Lamborgini?
-Se puede negociar.- dije atrayéndole y besándole con ansia.
-Liam…- se separó.-… me axifisias.- dijo como pudo.
-Que poco aguante.- le volví a picar como en el coche, se
cruzó de brazos.
-Te has quedado sin el segundo por tonto.- se puso sus
pantalones y me quitó a mi mi sudadera, se giro para ponérsela.
-¿Dónde vas?
-A abrir ese armario, tiene que tener una tele sí o sí.- lo
abrió y no se equivocaba. Conectó el DVD y metió uno de los pesimos CDs que
había al lado, eran peli no muy buenas y algunas aburridas, se escondió algo en
la espalda y vino hacia mí acercándose de rodillas.- Liiiiam.- dijo con voz
dulce.- Miiiiira.- sacó de sus espaldas Toy Story 3, sonreí ampliamente y le
asentí. Ella se fue al DVD sacó en que había metido y puso el de Toy Story. Le
dio al play, el volumen estaba al máximo. Me lelvé las manos a los oídos.
-¡Baja eso!
-No grites tu más que la tele, que ya voy.- encontró el
mando en el cajón de la mesilla.- ¿cómo pueden estar tan sordas?
(Jane ^____^)
Mas o menos en la parte en la que los muñequitos casi se
calcinan Liam se quedó dormido bajo mi brazo mientras yo le acariciaba el hombro,
agarré la sábana con el pie y le tapé, antes de ponernos a ver la peli se había
puesto unos pantalones cortos, supuse que tendría frio. Dejé la sabana a la
altura de los abdominales, ni se inmutó, realmente estaba dormido. Terminé de
ver sola la peli y me quedé un rato trasteando mi móvil. Lara estaba conectada.
“Hola cielo”
“Hi Lara, ya e dscubierto dnde quería traerm”
“la casita del campo? ”
“exacto, es todo genial”
Liam se revolvió y se puso bocabajo mirando al otro lado,
destapándose del todo, me levanté le puse bien la sabana de nuevo y antes de
marcharme fuera le di un beso en la espalda, su piel estaba suave, nos había
sentado bien el baño.
“y q haceis?”
“el dormir y yo dar 1 vuelta por fuera y ahora ire a por
algo para cenar”, “no quiero gastar + del minibar ni d la nevera”
“pero dejale pagar a el”
“Lara!, tu no djarias a Harry”
“cierto, pues ale, ve a por sopita… ah no, que tu hombre de
hielo no puede comerla”
“al menos no chilla con los fuegos artificiales”
“eres mala eh”, sonreí, “y q vas a comprar?”
“n la tienda hay panadería, negociare con la mujer a ver si
m calienta una pizza colgelada”
“vaya, q chica + lista”
“no, q chica + simple”
“vale, simple”
“stas con Harry?”
“no, stoy estudiando historia dl arte”, “acabo d comer”
“t compadezco cariño”
“adiós”
“xxx”
Me dirijí a la casita pequeña, el chico de por la mañana
estaba ahí de nuevo, la mujer de la limpieza descansaba en un sofá y un hombre
que supuso que sería el cocinero o algo así asomaba por la puerta del fondo.
Vaya, quizá podía pedirle algo y no ir a por la pizza. No, será más caro Jane.
Bueno, algunas cosas, aunque sea un par, no creo que sean carísimos.
-¿Te has cansado del vampiro ojos negros?.- Ojos negros… eso
solo me lo había llamado Liam y esas palabras solo quedaban bien en los labios
de Liam.
-Son lentillas.- sonreí mintiendo.- y no me he cansado, se
llama ser insaciable.- volví a mentir.- ¿Podría pedir algo para esta noche?
-Sí, yo mismo te lo llevaré encanto.
-Lo recojerá mi novio, pero gracias igualmente. Quiero unas
fresas y nata.
-¿Te ha dejado con hambre?.- me preguntó insinuándose.
-Él nunca.- me giré y me marché hacia el camino de antes, me
volví a meter a la casita y me acerqué.- Lo quiero para las 9.- sonreí
falsamente.- y no incluya nada más.
-¿Y tus papas saben que estas aquí sola con un chico?.-me
dio una punzada en el estomago.
-No y no creo que les moleste.- me marché de allí.
Una vez en la tienda compré la pizza y una bolsa de
ganchitos. Era una mezcla rara pero si Liam no se terminaba la bolsa conmigo ya
me ocuparía yo sola. Me dirijí a la panadería, el señor fue amable, tenía un
gorrito gracioso y blanco.
-Señor, estoy hospedada en una de las casa de abajo. Y nos
quedaremos hasta mañana. ¿Le importaría que le dejara esta pizza y que luego
sobre las 8 yo venga a recojerla?
-Pero señorita no se puede meter comida de fuera.
-Por favor, no se enterará nadie.- pusé carita de pena.- es
la pizza favorita de mi novio, por favor.- el hombre asintió al fin y agarró la
pizza.- tome.- le tendí 10 libras por el favor. Él pareció no aceptarlas pero
lo hizo finalmente.
Me compré una revista para entretenerme un rato y me fui
poco a poco hacia la casa, abrí con las llaves y volví a cerrar, Liam seguía
completamente dormido. Me senté en el suelo pegada a los pies de la cama y me
puse a leer, había vuelto a coger de la nevera una bebida.
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