(Katy ^________^)
De nuevo las lágrimas recorrieron mis mejillas y mi corazón
se puso a mil por hora. Temblaba y no sabía bien que hacer. Esto era
insoportable, me había jodido a mí y le había jodido a él.
"Zayn, vuelve. Te necesito. Necesito un abrazo,
necesito que sea tuyo. Tenemos que hablar. Te quiero."- enviar, Zayn.
Volví a hundirme entre las sábanas de mi cama. El primer
sábado del año, 7 de enero, las chicas intentaban hablar conmigo, las tenía
preocupadas pero es que no podía hablar con nadie. No quería a nadie.
Zayn, te necesito a ti.
(Jane ^______^)
Acabábamos de volver de las vacaciones de navidad, era el
segundo día de clase y ya llegaba tarde, me había entretenido sacando a James.
Uf, corre, corre, corre… No sé cómo llegué a clase, salí con los 5 minutos
justos de casa. Llegué a clase, las 7 y 5. Toqué a la puerta y el profe me
fulminó con la mirada pero aun así me dejó pasar.
Hoy hace 24 días que se marcharon y si no llega a ser por
los días de navidad, me hubiera muerto sin Liam.
Me quité la bufanda roja, mi favorita ya sin duda. Victoria
me hizo un par de señas para que me sentara a hacer la prueba de inicio que
siempre nos ponen al principio de cada aburrido trimestre. El profe ya estaba
mosqueado del todo.
“Riiiiing”
-Odio el timbre.- dijo Katy.
Eran las únicas palabras que habían salido de ella en todo
el día. Según Lara y Amy ni el día anterior ni en las clases que habían tenido
a lo largo del día había abierto la boca. Solo se dedicaba a mandarle mensajes
a Zayn. Y el fin de semana por mucho que quisimos contactar con ella no nos
hizo ni caso.
-Ya somos cinco.- dijo Amy.
-¿Qué nos toca?.- pregunté.
-Historia.- dijo Vic triste.
-Uf.- resoplé.
Subimos a las clases de nuevo.
-El trabajo será sencillo, vosotros elegís el país. Quiero
introducción, guerras, batallas, territorios conquistados o perdidos…- ¡Blah,
blah, blah!, trabajos.- Será por parejas y tenéis un mes más para entregarlo.
Abrí mi agenda y junto al 10 de febrero apunté, límite
trabajo de historia.
-Antes de que empecéis a gritar a la otra punta de la clase,
las parejas ya están escogidas.
Clack. Algo se me empezó a clavar en el estómago, no era una
buena sensación.
-Victoria
Thomas… con Nelson Stuart.
-Phoebie
Grint… con Joseph Harrison.
-Markus Cowen…- no digas mi nombre, no digas mi nombre, te
lo ruego, te lo suplico… no dig…- Jane Walter.
¡Zas!, la punzada se me clavó más hondo.
Giré la cara hasta la otra punta de la clase y lo localicé
al lado de la ventana. La satisfacción de sus ojos se encontraron con el miedo
de los míos. Por un momento me temblaron las piernas.
¡No!, ¡ni lo sueñe!
Sí, fácil de pensar, difícil de decir Jane.
Miré a Vic, parecía disculparse con la mirada y articular
algo, ojala pudiera cambiarte por mi… lo siento. Sí eso decía.
No. Mark no. ¿Por qué?
El resto de las clases finalizaron. Yo solo deseaba llegar a
casa y llamarle a él. Desahogarme, que me dijera, “tranquila cielo.” Cuando
salí por la puerta del instituto algo agarró mi mano y tiró hacía atrás. Me
giré y mi estúpido corazón dio un vuelvo al ver sus ojos castaños.
-Jane.- odio mi nombre en tus labios.- ¿Cómo nos ponemos de
acuerdo para el trabajo?.- Yéndote a la mierda Mark, sin duda, desapareciendo.
-No lo sé.- le dije al suelo.
-Pero habla mujer.- ¿qué hable?, ¡idiota!
-¿Me puedes soltar?.- dije elevando su mano entrelazada en
mis dedos. Lo hizo en el acto.
-¿Vas a estar así durante todo el tiempo que hagamos el
trabajo?
-No voy a hablar del tema. Ven a casa, ya veremos que
hacemos, a las 6. Procura ser puntual y no irte con otras como acostumbras.
Escuché unos ruidos a mi lado pero no les di importancia
hasta que algo me cegó la cara. Me giré y eché a andar. Un hombre y dos chicas
se me acercaron corriendo. Empezaron a preguntarme sobre Liam y sobre el chico
con el que acababa de estar.
-¿Cómo has reemplazado tan rápido al romántico de One
Direction?
-¿Qué?.- pregunté alucinada.- dejadme en paz, quiero a Liam.
-Esta foto dice lo contrario bonita.- lo de bonita lo dijo
con sarcasmo una de las chicas, sin duda.
-¿Qué foto?.- me frené en seco y amenacé a ambas chicas con
la mirada. Me enseñaron una foto, sacada acia segundos. Mark.
Me desquicié y los odié muchísimo a los 3.
-¿Podéis borrar eso?, no es cierto.
-No juegues a dos bandas pequeña.
-Pero que yo…- desistí, no me iban a hacer caso.
Llegué a casa y me tumbé en la cama. Agarré el móvil.
“Escribir mensaje”.
“¿Recuerdas que confiamos el uno en el otro, no?, ¿recuerdas
que te dije que confiaras en mí?, hazlo. Veas lo que veas a partir de hoy. Te
quiero.”
Hice la comida para David y para mí. Preparé macarrones con
queso y al terminar David puso el lavavajillas. Me subí a mi cuarto y me
apresuré a hacer los pocos deberes que teníamos. Quería que cuando decidiéramos
lo del trabajo, se fuera enseguida y yo pudiera tener un rato para hablar por
teléfono con Liam sin que nadie me molestara. Tenía un concierto en Londres esa
misma noche y otro al día siguiente y ni sabíamos si podríamos encontrar un
rato para vernos.
Al terminar bajé al salón, David estaba en el ordenador con
la música a toda pastilla. Encendí la tele.
¡Mierda, mierda y mierda!, se habían dado cero prisas.
“Mientras a la hasta hace poco desconocida, Amelia. No se le
ha visto con más chicos en un modo cariñoso, a la morena de ojos negros le han
faltado semanas para tirarse a los brazo de otro. Mientras, Liam Payne de 18
años, sigue con su primera gira y encabezando las listas de ventas. Esta noche
estará de nuevo en Londres para un nuevo concierto junto a los otros 4
componentes de la banda. Zayn Malik, Louis Tomlinson, Harry Styles y Niall
Horan.”
Venga, por favor. La maldita foto de Mark y yo en la puerta
del instituto estaba ocupando toda la pantalla del televisor. Pedí mil veces
que Liam no estuviera viendo las noticias, pero a las sobre las 5 de la tarde
al parecer mis plegarias fueron rechazadas. Me sonó el móvil… ¿Zayn?
-¿Zayn?
-Jane, ¿qué ha pasado?, hemos visto las noticias hoy y…
-Lo sé, no hagáis caso, esos imbéciles se inventan cuanto
quieren. A sido él el que me ha agarrado.
-Bueno, yo tendré que creerte, pero Liam acaba de dar un
portazo más fuerte que antes.
-¡Zayn!, ¡decidle que no les crea!, por favor…
-Lo sé preciosa, intentaremos ayudarte.
-Gracias, eres un cielo moreno. Voy a llamar a Liam.
-Suerte. Por cierto, ¿habéis conseguido hablar con Katy?, la
he llamado varias veces pero dice que quiere que hablemos cara a cara. Sólo se
dedica a llorar por teléfono y... estoy bastante preocupado Jane.
-Lo sé, y nosotras. Pero no, no habla con ninguna, sólo te
nombra a ti.
-Uf.- suspiró.- bueno, gracias de todos modos.
Colgué… ¿Por qué no has contestado a mi maldito mensaje
Liam?
El móvil dio unos 5 pitidos y nada. Volví a llamarle… nada.
Insistí varias veces más. Volví a probar.
-¡¿QUIERES DEJAR DE LLAMAR?!.- Liam…¿gritándome?
-Liam… no me grites.- supliqué.
-¿Qué no grite?, ¿se puede saber qué haces con él en esa
foto?.- bajó un poco el tono de la voz pero no demasiado.
-Sí, no grites. Yo también he visto la foto. ¡Te recuerdo
que él va a mi clase!, solo estoy por un trabajo, ¡un puñetero trabajo por
parejas!
-¡¿Y no tenías a nadie más para elegir?!, ¡¿Te piensas que
soy estúpido?!.- volvió a gritar.
-¡Imbécil!, han sido escogidas, no lo he pedido yo.
-Claro, ¿y agarrarte a él en la puerta de tu instituto
también lo pone en el trabajo?.- me eché a llorar.
-Que ha sido él.- dije dolida.
-Ya, ¡no soy tonto Jane, no me trates como tal!
-No, no eres tonto, ¡eres un completo idiota!, la única
promesa que me hiciste la estás rompiendo. ¡Prometiste creerme y confiar en
mí!, ¡IDIOTA!.- Repetí y colgué.
A los 3 minutos me llegó un mensaje.
“Tú también rompes promesas… menuda despedida mona”
Tiré el móvil contra el suelo. ¿Qué quieres que te diga?,
¿qué te pasa Liam, por qué no me crees?. ¡Ufff!
David tocó a mi cuarto.
-Jane, ¿puedo ir a jugar al futbol al parque?.- me sequé la
cara mientras David abría.
-Sí, claro, pero ten cuidado enano, llévate a James le saqué
a las 6 y media.
-¿Por qué lloras?.- dijo sentándose a mi lado.
-No lloro.- mentí.
-Lloras, normal, y se porque, yo también echo de menos a
Liam, pero va a venir pronto. ¿Verdad Jane?.- había que ver para lo pequeño que
era la capacidad que tenía a veces para conocer a las personas.
-Sí, eso es, echo de menos a Liam, pero va a estar aquí
pronto. Pero a ti no te ha visto todos estos días, seguro que te echa más de
menos a ti.
-Dale recuerdos luego.- sonrió.- adiós.- me dio un beso en
la mejilla y cogió su pelota y la correa de James para irse.
A los 2 minutos llamaron al timbre.
-David, ¿qué se te a olvidado?.- abrí la puerta.
-No soy David, pero hola igualmente.
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