-Gracias.-dijo girándose a mí.
-¿Qué te pasa?.- pregunté mientras ella pasaba la manta
también por mis hombros.
-Que me voy, que tengo que volver a separarme de ti.- agarré
su cintura y pegué su frente a la mía.
-Estaré pronto en Londres.- la tranquilicé.
-Lo sé.- tragó saliva y suspiró.- perdoname.
-¿Qué has hecho para que tenga que perdonarte?
Lo soltó todo sin dejar que le interrumpiera.
-Pues... tirarnos al suelo la primera vez que nos vimos,
gritarte el día de los premios cuando bajamos al backstage, tirarte al día
siguiente por segunda vez.- sonrió un poco.- y cuando te dije todas esas
estupideces en el centro comercial, mentirte diciendo que no recordaba tu
nombre, mi comportamiento el día de...- me besó.-... el día de nuestro primer
beso, fui la tia más imbécil de la discoteca. Lo que te hizo Mark en el labio
las dos veces que te golpeó.- repasó el contorno de mi labio inferior.- el
guantazo el día de mi cumpleaños. Perdóname, he sido muy idiota contigo desde
el día que chocamos y tu... tu sólo estabas ahi para salvarme una vez más.-
miró fijamente mis ojos.- Liam... sólo me queda David, la familia más cercana
que tengo son mis abuelos, y... Amy, Katy, Lara y Victoria.- le aparté un poco
el pelo de la cara.- solo me quedan ellos y … tu. Lo siento, pero no te quiero
perder.- se abrazó a mí.
-Gracias.- dije mirándole al separarnos.
-¿Por lo que he dicho?.- negué y pareció confusa.
-Por estar conmigo.
Bajé hasta su boca y ella alzó un poco la cabeza para mirar
al cielo, así que humedecí mis labios y besé su cuello, la noté tiritar y le
miré confundido.
-No has sido tu, es que hace frío.- sí y los chocolates
estarían más que fríos. Nos fuimos a la mesa y cuando los cogí estaban solo
templados.
-Toma.- se lo tendí y nos fuimos al salón.
(Jane ^______^)
Eran las dos de la mañana y estábamos viendo una peli de
miedo en la tele. Justo cuando el asesino iba a rajar a la protagonista
escuchamos un fuerte ruido. Pegamos un bote y Liam se agarró a mí.
-Menos mal que la que siempre se asusta soy yo.- dije aun
asustada.
-Tonta.- se soltó.- ¿qué ha sido eso?
-No lo...- el ruido se volvió a oír, solo que esta vez más
fuerte.- ¡SÉ!.- me escondí bajo la manta.
-Sí, por si acaso el cuchillo no traspasa, ¿no?.- ironizó.
-Calla idiota.-saqué la cabeza.
-¿Me vas a dejar que vaya sólo a ver lo que es?
-Eres tu el romántico al estilo viejo, ¿no?
-Cobarde.
-Te vas a enterar de quien es cobarde.- me levanté y fui
decidida aunque acojonada a la puerta que conectaba la casa con el garaje. Los
sonidos venían de ahí.
-Quita.-me apartó.
-No, no me quito, entramos juntos.- abrí la puerta y me
apreté contra su brazo. Encendió la luz y nos encontramos botes pequeños de
pintura esturreados por el suelo. Menos mal, no se habían abierto.- ¡James!.-
me acerqué a coger a nuestro perro.- ¿has sido tu?, eres un escandaloso.- Liam
se agachó casi mosqueado pero sonriendo y recogió los 3 o 4 botes que James
había tirado.
-No seas así canijo, espérate a llegar a Londres y destrozas
su habitación.- dijo pasando la mano por la cabeza de James.
-No es un canijo, es una preciosidad y tiene nombre.
-En cualquier caso nos has asustado.- le dijo al perro.- y a
ti más.- me dijo a mí.
-Que mal mientes pequeño.- dije haciéndole burla- Liam.-
puse carita de pena.- ¿puede dormir con nosotros?.- supliqué.
-No será en la cama.
-En su bolsa, pero en tu habitación. Por favooor.- volví a
suplicar.
-Bueno.- accedió.- pero si destroza algo me pagas todos los
gastos.
Cogió la bolsa de James y nos subimos a su cuarto. Lo dejé
dentro de la bolsa y cuando apagué la luz y dejé encendida la de la mesilla se
quedó dormidito.
-Es lo más bonito que me han regalado nunca.- dije en la
cama mientras Liam me rodeaba.
-Como para no hacerlo, te enamoraste de él cuando viniste.
-Sí, y ahora tendré que compartiros.
-¿Qué se le va a hacer?.- suspiró.
-Liam.- dije un poco cortada.
-¿Sí?
-Estamos.... solos.- dije muerta de vergüenza aunque ya
hubiera sucedido más veces.
-Ya, ¿y?.- le miré colorada.- Amm.- lo entendió.
-Esto... ¿qué pasa?
-No me quedan... - me hizo el gesto con las cejas. Le
entendí.
-Vale.- estallé a reír y me levanté para acercarme al bolso,
rebusqué y rompí el plástico de la caja para coger uno.- No subestimes nunca a
una chica previsora.- se lo mostré moviéndolo.
-Woah.- dijo impresionado.
Me puse sobre él, le quité el jersey y le abrí la camisa. Le
di un beso en el pecho, su piel se erizó un poco, casi al instante elevé mi
cara acercándome a la suya y sin llegar a besarle empecé a notar sus manos bajo
mi ropa interior.
(…)
(Liam ^_______^)
Ayudé a Jane a sacar las maletas del coche y después de
encontrar un momento para unas fans que se acercaron le acompañé al tren.
-Espera, voy a dejar las cosas y a James.- se metió al tren
con la maleta, el bolso y la bolsa de viaje con James. Salió sin nada y se
acercó a mí.
-Me alegra que te guste.- dije agarrando su bufanda.
-Pues claro, el algo tuyo Liam, y a cualquier cosa tuya le
tendré cariño.
-Eres muy llorona.- había terminado esa frase llorando.
-No sé controlarlo.- me rodeó el cuello para besarme y fue
bajando sus manos por mis brazos hasta llegar a mis manos, me subió la manga de
la chaqueta y acarició mi muñeca y el colgante mirándome a los ojos. Me sonrió.
Miré el reloj, quedaban 10 minutos para que se marchara.
-Ven aquí.- le atraje a mí para abrazarla y dejó de llorar
en mi pecho.
-Nos vemos pronto.- dijo volviendo a besarme y empezando a
separarse de mí.
-Te lo prometo.- dije agarrando su brazo.
-Te quiero.- sonamos a la vez.
Me apretó fuerte la mano y se metió al tren.
(Jane ^_____^)
Cuando el tren arrancó le vi marchándose del andén, otras dos
lágrimas recorrieron mi rostro. No. No voy a llorar más. No son despedidas,
nunca serán despedidas. Agarré a James sin poder sacarlo de la bolsa de viaje y
lo puse en mis rodillas.
-Eres precioso.- miré sus ojitos azules grisáceos, metí la
mano en la bolsa y me acarició los dedos con su nariz.
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