(Amy ^______^)
Me levanté de la cama con una sonrisa. Agarré mi móvil. Para
el resto del mundo, nochebuena, para mí, el cumpleaños de mi chico increíble.
Louis cumplía 20 años. Por mucho que le supliqué a mi padre no me dejó que me
quedara a dormir en su casa, en Doncaster. Aun así, pude convencerlo para que
me dejará ir por la mañana, su única condición… Qué estuviera en casa a las 10
para la cena de nochebuena. Así que… acepté el reto.
Me subí al coche con todas las cosas y miré el reloj de la
guantera. Uf, las 6 de la mañana. Tendría que conducir alrededor de 3 horas y
teniendo en cuenta que hay que parar un cuarto de hora por hora conducida.
Calculé unas cuatro horas. Volví a resoplar, pero no me bajé del coche, le dije
que iría y si me tengo que tragar todo eso por estar en su cumpleaños con él,
lo haré. Conecté el pendrive al coche, repasé que llevaba todo y arranqué el
coche.
Primer descanso de 15 minutos. Paré en un bar de esos de
carretera para desayunar. Mientras me servían me embobé mirando mi ahora coche,
era sencillo, y moderno… y morado. Sonreí.
____FLASHBACK____
-Amelia Liberty, despierta, vamos.- dijo mi padre en mi
cama. Yo solo gruñí.- Liberty cariño, vamos… ¡Liberty!, ¡despierta dormilona!.-
chilló mi padre.
-¡Aaaah!.- me levanté asustada y de mala leche.- ¿Qué?
-Hija, que mal despertar tienes.- dijo mi madre desde la
puerta.- como el de tu padre ahora que lo pienso.- se rió.
-¿Qué pasa?.- dije ya más despierta y tranquila.
-Hay algo para ti.- dijo mi padre levantándose.
-¿Dónde?, ¿y por qué me despertáis?, estoy de vacaciones
quiero dormir.
-No seas quejica o me quedo con tu regalo.- dijo mi madre.
-¿Regalo?.- dije confundida.
Recordé todas las fechas importantes para la familia, pero
las mezclé todas así que desistí.
-¿Qué pasa hoy?
-Ven y lo veras.- mi padre me cogió de la mano y me llevó
con él.
-Papá.- comencé a quejarme pero mi madre me hizo gestos para
que me callara.
Asentí y dejé que me arrastrara. Me llevó abajo, al sótano
garaje y encendió la luz. Estaban el coche que se había comprado hacía poco y
el que regaló a mi madre por su aniversario. Me soltó un momento mientras se
metía en el aseo que había allí, salió y se fue a una mesa que había por allí.
-¿Me has traído para que vinieras al aseo?, papá, ¿no eres
mayorcito para ir al aseo tu solito?.- dije mientras reía por lo bajo. Él abrió
la puerta del garaje. Volvió a cogerme y me arrastró fuera a pesar de que iba
descalza, el sol me cegó así que mi vista solo vio una mancha grande oscura
delante de mis narices y entonces la vista se aclaró.
Un coche, mi padre estaba delante de un pequeño 600 morado,
abrí la boca sin palabras. Si era difícil encontrar un coche morado, un 600
morado era imposible.
___FDFB_____
Volví al coche con un café en la mano para la siguiente
parada. Conecté la música y con el estómago lleno seguí mi camino.
Segunda parada. Cogí el café, había parado en una zona de
parking de un bar pero no había bajado. Simplemente cogí el libro que me había
regalado Louis y lo releí por mis partes preferidas mientras me bebía el café,
que no estaba frio pero tampoco caliente.
___FLASHBACK____
-Papá.- dije asomándome a su despacho.- me he dado cuenta de
que no puedo aceptarlo. Ayer no fue ninguna fecha importante, además, ¿cómo los
vamos a mantener?
-Liberty, ahora mismo el abogado más solicitado de Londres.
-¿Sí?.- dije contenta. Me paré.- ¿Cómo has pagado los tres
coches?
-Tranquila hija, tu padre no es ilegal.- dijo con una
sonrisa triste.
-¿Entonces?.- pregunté ya apoyada en su mesa.
-Es triste que te reconozcan por un caso en el que has
estado implicado emocionalmente, pequeña. Y más cuando consigues esto.-
terminó.
-Papá, yo también lo siento. Pero hiciste lo que debías,
peleaste con uñas y dientes para traer a los padres de Jane y lo conseguiste,
se lo quitaste al gobierno de Egipto aunque ellos lo reclamaran para investigación.
Papá, eres un abogado increíble.- le rodeé con mis brazos.
-También lo era antes de este caso.- dijo triste.
-Papá, ¿te has echado flores a pesar de tu calvicie?.- dije
sonriente y conseguí arrancarle una sonrisa.- Se lo que quieres decir, pero tu
más que nadie deberías saber que la carrera de derecho es así, si eres sonado
te elegirán por mucho que haya abogados mejores.
-Vale Liberty, eso sobraba.- dijo mi padre haciendo
esfuerzos por no reír.
-Sin duda yo también te quiero papá.- dije soltándole.
-Y eso quiere decir que te quedarás con el coche.
-Por supuesto, supongo que es mi regalo de navidad.
-Pensamos que tenías que tenerlo antes de tiempo para
acostumbrarte.
-Pues acertasteis.- le di un beso en la coronilla.- ¿y mi
paga?
-Ya pides demasiado, pero lo mismo sube algo.
-Vale.- cogí una silla y me senté a su lado.- a ver esos
papeles.
___FDFB____
Cerré el libro cuando me terminé el café y puse el coche en
marcha, decidieron dármelo antes para que hoy pudiera ir más cómoda a casa de
Louis, aunque también tuviera que volver.
Pasé por al lado de un centro comercial antes de llegar a
Doncaster, paré y me bajé, se me había olvidado llamar a Louis. Cogí el móvil.
-Ya no sabía si llamarte yo.- dijo Louis.
-Lo siento, se me había olvidado.- me disculpé entrando a
una tienda de ropa, ¿tenía 3 o 4 hermanas?.- Ya sé que no viene a cuento,
teniendo en cuenta que es tu cumpleaños, pero, ¿cuántas hermanas dices que
tienes?.- pregunté saliendo de la tienda.
-Anda que, menuda fan eh. Cuatro, pero tranquila no te
atosigarán.- dijo riendo.
-Claro.- entré a una tienda de juguetes. Vi los cuentos que
tenía de pequeña y se me ocurrió algo.- Me madre ha hecho un pastel de verdura,
bueno… mi madre y yo.
-¿Pastel de verdura?.-preguntó.
-Claro, no iba a ir con las manos vacías.
-Amelia, es mi cumpleaños, no es nada del otro mundo.- dijo
riéndose.
-Bueno, yo que sé, me da vergüenza presentarme allí por la
cara.
-¿Por la cara?.- empezó a reírse.
-Vale ya, siempre te ríes de mí.- dije en alto y la gente me
miró.
-Lo siento, eres tan mona…-cogió aire.- Bueno, ¿a qué hora
estarás aquí?
-Sobre las 10.- dije mirando mi reloj, las 9:15.
-Te espero en la estación de tren, bajo el gran reloj.
-Esto parece una película.- dije riendo.
-Si quieres perderte, adelante.
-No he dicho nada.- volví a acercarme a los cuentos.
-Bueno, te espero, Amelia.- oí como lo decía en voz más
baja.
-Te quiero.- dije canturreando y colgando.
Cogí los títulos que de pequeña me gustaban. Pocahontas,
Mulan, La bella y la bestia y Blancanieves. Eran una colección distinta, eran
una colección alternativa. Los dibujos estaban muy elaborados y parecían hechos
con pincel. Me gustó, era original. Los pagué con el extra de la paga que me
dio mi padre la noche anterior. Lo guardé todo en el coche con algo de ropa que
había comprado. Las 9:20 y apenas quedaba un cuarto de hora de viaje. Me miré
en el retrovisor, parecía cansada. Me lo pensé mejor y decidí dormir un poco,
me sentaría bien.
Dormí apenas 20 minutos, pero me sentaron genial, estaba más
activa y me puse en marcha con la radio en alto, estaba tan animada que iba
cantando las canciones.
Al llegar me volví a mirar al espejo, me eché un poco de
base. Tardé 5 minutos más para buscar la estación. Miré mi reloj, las 10:05.
Suspiré. Me bajé, me puse el chaquetón negro, cogí mi gran bolso. Mejor no,
dejé el bolso y solo me llevé las llaves y el móvil.
Miré el gran reloj que había dentro de la estación de tren,
marcaba las 10:05, miré mi reloj, iba unos minutos adelantado. Justo debajo
Louis miraba a donde la gente entraba y salía de los andenes. Intenté acercarme
sin hacer ruido.
-¡Louis!.- chillé abrazándole de inesperado.
-¡Ah!.- se deshizo de mí y se giró asustado.
-¡Feliz cumpleaños!.- dije acercándome para besarle.
-Amelia, ¿de dónde has salido?.- dijo cuándo le deje hablar.
-De mi casa.- dije cogiéndole del brazo.
-Muy aguda. Yo creía que venias en tren.
-Sí hombre, y mi coche, ¿qué?
-Más bien el de tu padre.- dijo riendo.
-Claro, claro. El caso, vamos a por el.
-¿Cuánto llevas conduciendo?.- preguntó cogiendo mi mano.
-Unas tres horas, sin contar los descansos.
-¿Tanto?.- preguntó perplejo.
-Sí.- sonreí y él me quitó las llaves del coche.
-Pues ahora descansas.- dijo pasando su brazo por mis
hombros.
-Lo que tu digas, pero tengo que echarle gasolina.
-Tranquila, vamos ahora.
-No hace falta, solo me lo estoy repitiendo para la vuelta.
-Lo que quieras.- se paró.- ¿dónde está el coche?.- preguntó
mirando las llaves, yo le había colgado a Bux Bunny comiendo una zanahoria.-
¡Que mona!
-Lo sé, lo sé.- dije llevándomelo a mi coche.- todavía no le
he puesto nombre, pero se lo pondré.- dije ya al lado del coche.
-Vaya, ¿es este?. Supongo que sí, es muy tú.
-Me lo tomaré como un cumplido.- dije aliviada. Lo había
guardado todo en el maletero cuando salí del centro comercial, lo único que
había a la vista era el pastel que estaba en la parte de atrás y mi bolso en el
suelo del copiloto.
-Por dentro no está mal.- dijo adaptando el asiento a él.
-Lo sé, pero lo que más me gusta es esto.- bajé la visera
del conductor y allí habían varias fotos nuestras pegadas. Él simplemente
sonrió.
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