CAPÍTULO 37.

-Tranquila.- le dije al oído.

Cualquier otra cosa habría quedado cursi. Bajé al sótano de nuevo por allí estaba Mark y estaba hablando con una. Amy se me acercó.

-Por favor Liam, dime que a ti si te ha creído.- dijo esperanzada.

-La verdad Amy tengo dos noticias. Una es buena y otra es mala.

-Joder. Bueno dime la mala primero.- pidió.

-La mala es que esta noche no dormiréis con Jane aunque sé que teníais muchas ganas.

-Bueno, vale, esa es la mala. Dime la buena, alégrame esta maldita noche.

-La buena es que ha confiado en mí.- le abracé para tranquilizarla.- Lo único es que está muy, muy nerviosa. Me quedaré este puente con ella, ¿de acuerdo? -Me soltó.

-¿Te lo ha pedido?, ¿me estás diciendo que Jane te ha pedido que te quedes con ella?

-Amy, estoy tan sorprendido como tu, ¿crees que es mejor que no me quede?.- Pregunté.

-¿Pero qué dices?, eres el único al que ha creído, Liam, eres perfecto para ella.

-Bueno, pues, ya puedes estar tranquila, díselo a las chicas y a ellos, que me voy a por mi ropa y por favor, ¿puedes chivarme el plato favorito de Jane?, y de paso el postre.

-Claro. El plato, espirales al champiñón y el postre, cualquier cosa con chocolate la mataría.

-Vale, pues voy a cambiarme.- me despedí, Amy me dio un beso en la mejilla, realmente le había alegrado la noche.

De camino al baño me encontré a Mark solo. Le sonreí y le levanté el pulgar, seguía desconcertado.

-Vaya pareces la reina de la fiesta.- me dijo.

-Es la purpurina de Jane.- sonreí y miré el mono rojo.

Me miré en el espejo del baño, aún llevaba sangre en el labio. Era raro que Jane no me hubiera dicho nada, pobrecilla tampoco estaba para esas cosas. Llevaba los vaqueros debajo del disfraz así que me quité todo el disfraz agarré mi camiseta, me había dejado la chaqueta en casa de Jane. Bueno me iba, ya no iba a volver a buscarla, en cualquier caso, era mi mejor excusa para volver. Mientras salía del baño, le daba la vuelta a la camiseta que estaba del revés. Jane estaba hablando con Mark.

-Se acabó.- escuché que dijo Jane. Se giró y me miró de arriba abajo. Cogió mi camiseta la puso bien y me la dio. A su lado apareció un chico, tendría la edad de Louis.

-¿La has escuchado?, pues ya te puedes ir.- dijo el chico.

Mark se giró acojonado y se marchó.

-Gracias Jack.

-¿Él también te está molestando?- dijo el chaval señalándome, me puse la camiseta enseguida.

-No, él me está ayudando.- Jane agarró mi mano.

-Vale, soy Jackson, el primo de Jane. Si vuelves a ver a ese imbécil, me avisas.

-Hola… Liam… cantante.- articulé.

-Tranqui, tu eres el que iba de diablo, ¿verdad?

Asentí, Jane me sacó de allí.

-Me voy ya.- le dije.

-Por muy tarde que sea, no puedes irte, no he soplado las velas.

-Pues ya sabes lo que pedir.- le di un toque en la nariz y me marché.

(Jane ^____^)

-Lo que yo dije, Jane no se lo ponía fácil y por eso no cuajaba la cosa.- escuché a Louis. Amy estaba a su lado.

-Amy, lo siento tanto.-dije acercándome a ella.

Me abrazó.

-Liam ya me lo ha explicado, así que, pasa buen puente.- me dijo ella, Louis me giñó el ojo.

-Mmm.- Murmuré.

Pasamos y encendieron las velas, me dio algo de vergüenza ajena cuando todos cantaron pero me gustó. 18 velitas iluminaban una gran tarta de chocolate, pedí mi deseo y Liam no se equivocaba, sabía lo que tenía que pedir.

-¿Nos quedamos a recoger?- preguntó Lara.

-No, que Liam lo haga mañana.- dijo Niall.

-Gandul.- dijo Louis.- Pensándolo bien, sí, que mañana Liam te eche un cable. ¿Os quedáis a dormir en nuestra casa?- Le preguntó Louis a las chicas, señalándose a si mismo y a Harry.

-¿Ahora si es NUESTRA casa?

-Si no te desnudas delante de ella sí.

-Lo intentaré.

Todos desaparecieron. ¡James!, voy a contárselo todo. Genial, por qué estaba conectado.

“Estás ahí?”

Tardó algo en contestar.

“Sí :)”, “aunque creía que ya tenias un chico que te gustaba”

“Ya pero es que me caes genial, estoy feliz y quería hablar contigo”

“Y esa felicidad?”

“Mi cumple ha ido bien, pero he visto que el chico que me molaba es muy capullo”

“Oh, sé de alguien que le ha pasado algo parecido”

“Tu amada?”

“Ahá, pero hoy ha ido mejor que nunca”

“Me alegro por ti”

“Hoy iré a verla”

“Pues mucha suerte, yo también quedo con otro chico, estoy nerviosa, espero que venga”

(Liam ^_____^)

Me sonó el WhatsApp justó cuando estaba pagando las cosas en la tienda. Un taxi me dejo en la puerta de Jane, todo trayecto lo había pasado hablando con Marie.

“Voy a verla ya!”, “Deséame suerte!”. Toqué al timbre con el móvil en la mano.

“Y él ya está aquí, que nervios”. Me alegré por ella.

Jane abrió la puerta con el móvil en las manos. Dudé. Hice como que guardaba el móvil mientras sacaba el post-it con el número de Jane.

(Jane ^_____^)

La puerta sonó, le mandé el último mensaje a James y abrí, llevaba su móvil en las manos. Dudé. Busqué en la agenda el número de James, seria la primera vez que le llamaba. J…J… James, marcando.

(Liam ^____^)

Miré el post-it y el móvil. Sonó Airplanes, en la pantalla se leía, Marie, y el número debajo, exactamente el mismo que el del post-it. Contesté.

-¿Tu eres Marie?- Jane abrió los ojos.

-¿Tu eres James?- me dijo apartando el teléfono de su oreja.

Pasé, dejé la mochila de la ropa y las bolsas de la tienda en las escaleras. Nos llevó un rato asimilarlo, ninguno de los dos hablábamos. Hasta que rompí el hielo.

-Tu dijiste que no tenías novio.

-Y tu que no conocías a One direction.- contestó.

Volvimos a quedarnos callados.

-Entonces, ¿tu de que chica hablabas?- preguntó.

-Lo de la tienda de chucherías, el encontronazo en el suelo. La conversación que tuvimos por teléfono cuando la twitcam. Todo lo que te he dicho esta noche en tu habitación. ¿En serio que todavía no lo pillas?

-Pero, ¿James?.

-Me llamo, Liam James Payne.

-Culpable. Jane Marie Walter.

Ambos reímos.

-¿Entonces ya no me odias?- corté el rollo.

-¿Odiarte?- siguió riendo y subió a una de las habitaciones de arriba. Fui tras ella.- Ven, me vas ayudar.

-¿A qué?

-Cogeremos el colchón de mi hermano y lo dejaremos en mi habitación.

Osea que no dormimos juntos.

-¿Lo dejo aquí?- Pregunté dejándolo en el filo de su cama.

-No, échalo hacia allí.

Quitó todos los peluches de encima de su cama y tiró su colchón al suelo. Puso los peluches encima del canapé y la televisión al lado de estos.

-Voy a pasar alguna peli al pendrive, ¿tienes preferencias?- preguntó.

-¿Estas mejor?.

-No te he preguntado eso Liam.

-Vale, vale, pues no sé, pero que sea de risa.

-Ok, vengo ahora, por cierto, te hice caso y pedí un deseo.