Five boys, one dream, one direction. <3

jueves, 2 de febrero de 2012

CAPÍTULO 4.


(Jane ^____^)

-Ve arrancando que voy a avisar a mi hermano, por cierto me ha preguntado que si te quedarás a dormir algún día.- Le sonreí mientras terminaba esa frase y me acercaba a él.
-Bueno, eso depende de las ganas que tengas tu.- Se acercó a mi poco a poco cogiéndome de las manos.
-Me tendré que parar a pensarlo.- Me hice la remilgada un rato y me acerqué a su oído.- Claro que sí.- Mientras, volvía a perderme en los labios de aquel chico, aquel que había aguantado tantos días ahí por mí. Escuché la voz de mi hermano desde la puerta que daba a la casa. Me separé de él poniéndome bien el pelo.
-¡Liam!.- Gritó mi hermano bajando los últimos escalones.
-Hola campeón.- Dijo Liam cuando mi hermano fue a agarrarle.
-¿Dónde te llevas a la aburrida de mi hermana?.- Preguntó David mirándome con cara rara.
-¡David!.- Le reprendí, él me sacó la lengua y Liam se rió.- Pero no le rías la gracia.
-Me la llevo para que hoy la habitación del ordenador sea toda para ti.
-¿En serio?.- David miró a Liam.- Por mi como si no vuelve hasta mañana.- Me miró a mí.
-Seguramente no vuelva hasta mañana.- Dijo. Miré a Liam extrañada.
-¿Mañana?.- Pregunté.
-Mañana, tus abuelos se van el domingo, ¿no?. Pues yo te rapto hoy y te devuelvo mañana.
-¿Me tengo que preocupar?, ¿tengo que llevar algo en especial?
-Bueno sí, si no quieres dormir en ropa interior.- Mi hermano ya se había subido arriba y por lo que entendí necesitaba un pijama.
-Bajo enseguida.- Corrí hasta el piso de ariba, rebusqué en el armario. Cogí un pijama de pantalón largo negro y una camiseta de manga corta roja, lo pensé mejor, el sitio tendrá calefacción, o quizá es su casa, y allí hay calefacción. Dejé el pantalón y cogí otro blanco, corto y ancho. También unos cullots y unos calcetines calentitos, cuando bajé el coche ya no estaba. Liam estaba ya en la puerta.

-Tardona.- Dijo mientras me metía ya en el coche.
-Despistado.- Dije poniéndole el cinturón.- Muy despistado.
-Para eso esta mi chica, es previsora.- Me dio un beso en la mejilla mientras yo me acurrucaba bajo su brazo.
-¿Dónde me llevas?.- Pregunté entrelazando sus dedos con los míos.- ¿Esta muy lejos de aquí?
-La verdad, a una hora más o menos, pero en moto, ahora con el coche imagino que tardaremos algo menos. Aprovecha y duérmete.
-Lo intentaré.- Le besé en el cuello mientras me separaba para pegarme al cristal e intentar conciliar el sueño, me di cuenta y encendí la radio, se escuchaba, only girl in the world.


Los dedos de Liam recorriendo mi nuca me despertaron letamente, abrí los ojos y la claridad me hizo cerrarlos un poco.
-¿Un campo?.- Pregunté bajando del coche.
-Una casa en el campo.- Dijo señalándome una de las montañas.
-¿Pero tu me quieres mat… digo.. tu quieres que me de algo?.- No podía hacer una similitud así.- ¿Tenemos que ir hasta allí?
-Traquila.- cerró el coche.- Solo es una parada para tomar algo, la casa esta alquilada de 10 a 10.
-¿De la mañana?
-Exacto.- Dijo dándome una pequeña manta.
-¿Y esto?
-No querras sentarte sobre tierra, pinchos y demás cosas.
-No, no quiero, pero… ¡espérame!.- Liam ya había salido corriendo colina abajo.- ¡Liam!.- Me miró desde abajo.
-¡Lenta!
-¡Idiota!.- Dije riéndome e intentando no tropezarme para bajar. Cuando por fin sorteé todos los matorrales y las plantas lo atrapé desde la espalda.- Esta muy mal eso de dejar sola a una pobre chica indefensa.
-Pobrecita.- Dijo girándose.- ¿Me perdonas?..- Dijo poniéndome pucheros.
-No puedes ponerme esa carita, es imposible enfadarse contigo señórito Payne.
-Lo se.- Dijo quitándome la manta que yo aun llevaba pero alrededor del cuello. La tendió en el suelo y se tumbó boca arriba.
-Son las 8 y media de la mañana, ya me explicaras tu que hacemos aquí hasta las 10.- Me quité los zapatos y me tumbé a su lado boca abajo.
-Dormir, hablar, jugar al parchis… ¿Qué se te ocurre?.- Se puso de lado mirándome y me cogió de la cara como si fuera una niña pequeña.
-Vaya, veo que el soso romántico puede ser muy gracioso cuando quiere.
-¿Tan aburrido te parezco?.- Dijo cambiando la cara.
-¿Te vas a enfadar?
-No, pero siempre me dices soso, empieza a no gustarme.
-Jooo.- me acerqué a su cara.- pero me gusta decirte eso.- él no cambió de parecer.- bueno… vale. No te llamaré soso más veces, pero me aceptas las condiciones.
-¿Difíciles?.- Preguntó sonriendo.
-Simples.- me acerqué mucho a sus labios.- ¿en que idioma te pido que me beses ya?.- Liam se revolvió por la manta y se puso encima de mí, me giré poniéndome boca ariba y apoyó las manos en el suelo, más bien en la manta, una a cada lado, y se agachó rápidamente mientras yo tiraba del cuello de su camiseta hacia abajo. Me besó soltándome a los pocos segundos pero dejándome sin aliento.
-¿Esas eran las condiciones?, demasiado fáciles.- Se quedó con su cabeza en mi pecho mirando hacia el paisaje.
-¿Puedo preguntarte algo que no me haga quedar como una estúpida ni nos corte el rollo?
-Esto… sí, supongo que sí.

(Liam ^___^)

Oía el latido de su corazón, estaba tranquila, muy relajada. Pero conforme me preguntaba lo que quería saber empezó a ponerse nerviosa.

-¿Me has traido a esta casa para…?, ¿tu… quieres, esto… eso?.- No parecía atreverse a preguntar exactamente lo que quería.
-¿Qué si quiero acostarme contigo?.- Pregunté dejandole sin palabras. Me senté con las piernas cruzadas, ella asintió con la cabeza y se incorporó, agarró sus rodillas y se hundió en ellas mirándome.- Pues a ver…- Empecé a sacar cosas de mis bolsillos, la cartera, las llaves del coche, saqué todo lo que había en la bolsa de la comida, solo eran 2 coca-colas y una bolsa de chips-ajoy.- Mmm.. un momento.- Lo ordené todo frente a ella. Mi móvil, las llaves de su coche, la cartera, la cual abrí y sacé todas las cosas que había dentro, los cascos, las bebidas, las galletas…- ¿Tu ves algún tipo de condón por aquí?, porque yo no.

Agarró las cosas que había fuera de la cartera y las metió lentamente.

-¿Ves?, lo he estropeado.- Dijo disculpándose.
-¿El qué?
-El momento, sólo es que, por un instante se me pasó por la cabeza otra cosa…
-Que ese chico tuviera prisa no quiere decir que yo te vaya a tratar igual, aunque si quieres vuelvo y busco, ¿te apetecen de sabores?.- Ella me dio un golpe en el brazo mientras hacia el amago de levantarme.- No te preocupes tanto y disfruta un poco.- Le agarré mientras abría mis piernas para que se quedara en medio, pegó su espalda a mi pecho y me cogió las manos para que le abrazara.
-Gracias.- Me dijo flojito.
-¿Por traerte aquí?
-Por estar conmigo.
Abrió la bolsa de galletas y me ofreció, cogí unas cuantas y nos quedamos desayunando juntos.


Cuando habían pasado ya 30 minutos, eran las 9 así que decidí que teníamos que seguir.

-Venga arriba.- Le corté mientras me preguntaba algo sobre una actuación.
-¿Ya?
-Sí, ya.- Le ayudé a subir por la colina, realmente era patosa y no se soltaba de mí por miedo a caerse. Metí todo en el maletero y nos subimos al coche.
-¿Te han dicho alguna vez lo guapo que eres?.- Me preguntó encendiendo la calefacción.
-Sí, fans por twitter. ¿Tienes frío?.- Pregunté cambiando de tema.
-Un poco, pero, ¿yo te lo había dicho alguna vez?.
-Creo que no. De ti solo he oído, idiota, soso, despistado, estúpido… sol. Pero guapo, guapo no.
-Pues eres muy guapo, mi niño despistado.- Sonreí algo satisfecho mientras cambiaba la marcha.- ¿No decias que el camino era de una hora?
-Sí, hasta donde hemos estado. El camino hasta la casa es más o menos otra hora. Que vieras la montaña no significa que estemos cerca.
-Woah.- se quedó boqueabierta.- ¡Pues avísame antes!.- Gritó.
-Pues no.
-Pues esta vez no me duermo.
-Pues no te duermas.- Ya empezaba con las discusiones tontas, entre risas que sabia muy bien como iban a terminar. La seguí picando.- Así no me aburro y te cuento las gilichorradas de Harry y Louis últimamente.
-Pues no me apetece escucharte.- Dijo cruzándose de brazos. Giré una curva.
-Pues ahora grito como un loco.- Me callé unos segundos.- ¡Aaaaah!
-Pues te digo soso, ¡SOSO!.
-¿Ah sí?, patosa, chica patosa.- Vi la última sonrisa que ponía.
-Pues te quiero.- Dijo subiendo las rodillas al asiento.
-Me encanta que hagamos esto.
-Ya, y a mi, ahora en serio, ¿queda tanto tiempo?.- asentí, se arrimó a mi pasándose mi brazo por su hombro.- bueno, tengo buena compañía.

(Jane ^___^)

Cuando llegamos hasta el aparcamiento me fijé en las casas por fuera. Muy grandes, marrones, de madera, con el felpudo de, bienvenidos, en la puerta. Antes de llegar a lo que era la casa que me señaló Liam había una casa un poco más pequeña también de madera, me di cuenta de que iba a entrar yo sola, Liam se había quedado en la puerta de la casa.

-¿Vamos o qué?.- Pregunté corriendo hacia él.
-No, espera.- Sacó algo del bolsillo.- No he dado mi verdadero nombre, así que ve tu a por las llaves con esta tarjeta.- Me la dio y no pude evitar reirme en su cara, es que era muy gracioso.
-¿Edward… Cullen?.- me reí aun más.
-¿Qué?, se me ocurrió en el momento.- dijo ofendido.
-Vale, vale. Vuelvo enseguida.

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She is the one. <3